El pasado domingo, a las 18:30 de la tarde, daba comienzo el encuentro entre el Club Atlético Osasuna y
el Club Deportivo Mirandés en tierras pamplonicas.
Bajo la atenta mirada de un
gran volúmen de espectadores, el club navarrés saldría al césped con su habitual
indumentaria, mientras que el conjunto de Miranda de Ebro vestiría su segunda
equipación, esta temporada completamente de color azul.
Desde el primer instante del
partido, el choque fue muy igualado. Verdaderamente se evidenció una batalla en
la que las espadas estaban por todo lo alto y la intensidad impartida por ambos
conjuntos determinó que el destino del encuentro fuese el de un resultado muy
ajustado, debido a que en la mayoría de las fases del partido ninguna escuadra
se posicionaba como el claro dominador en lo concerniente a la posesión o en
referencia a las ocasiones de gol.
Precisamente, la actuación
inicial se plasmó en un terreno de juego en el que los pases y la circulación
de balón se trababa como consecuencia de la gran disputa que supuso controlar
el esférico en las proximidades del círculo central. Las posesiones tan cortas,
las constantes pérdidas de balón, los robos y las recuperaciones, definían
hasta el minuto 15 perfectamente el partido.
Sin embargo, a medida que transcurrían los minutos, el factor cancha determinó que el Osasuna, sin mostrar mejor juego, tuviese las primeras ocasiones, por medio del veterano jugador almeriense Nino. Pero, a pesar de esta intentona de los de rojo, el número de las ocasiones no tardarían en nivelarse de nuevo, sobre todo con reiteradas acciones a balón parado desde la esquina por parte del Mirandés, que encontró en Kijera una oportunidad magnífica para haberse adelantado. A pesar de ello, el jugador no hizo valer un sombrero que acabó desmereciendo al rematar por encima del travesaño de la meta local.
Sin embargo, a medida que transcurrían los minutos, el factor cancha determinó que el Osasuna, sin mostrar mejor juego, tuviese las primeras ocasiones, por medio del veterano jugador almeriense Nino. Pero, a pesar de esta intentona de los de rojo, el número de las ocasiones no tardarían en nivelarse de nuevo, sobre todo con reiteradas acciones a balón parado desde la esquina por parte del Mirandés, que encontró en Kijera una oportunidad magnífica para haberse adelantado. A pesar de ello, el jugador no hizo valer un sombrero que acabó desmereciendo al rematar por encima del travesaño de la meta local.
Con estas idas y venidas, con
un juego muy físico, el Mirandés se fue soltando y su jugador más activo, Lago
Junior, erró en la finalización una contra por la banda izquierda que Nauzet, correcto
durante todo el encuentro, logró despejar a córner.
No obstante, simultáneamente,
las ocasiones de los navarros también iban a llegar. Fue en una pérdida de Raúl
Fernández, portero del equipo burgalés, cuando el esloveno Pucko por poco
aprovecha esa salida en falso enviando el balón cerca del poste después de
haberse perfilado por la banda y haber logrado hacerse un espacio entre el
último defensa y dicho portero.
Escasos minutos después, en las
últimas consignas del primer período, las contínuas idas y vueltas desgastaron
físicamente ambos conjuntos.
Tras el descanso, se realizó
la primera sustitución obligada del partido, ya que Miguel Flaño se lesionó,
entrando en su lugar Tano. En cuanto al juego de ambas
instituciones, predominó en idéntico sentido. Un juego con espíritu combativo
en el centro del campo hacía prever la misma mentalidad en los dos conjuntos,
sin apreciar las indicaciones de sus respectivos entrenadores.
Empero, el Osasuna se
hizo el señor del balón durante unos pocos minutos, obligando al Mirandés a
replegar sus líneas, a estar juntos, y a defender la embestida asfixiante de un
equipo muy incisivo por las bandas y dispuesto a llevarse la victoria. Pero poco duró esta embestida
local, ya que el Mirandés, con los conceptos de su míster bien aleccionados, se
sintió cómodo jugando al contraataque. De hecho, un disparo desde la frontal
del área del camerunés Lago Junior al lateral de la red demostró la intención
del club dirigido por el experimentado Carlos Terrazas.
Con todo lo comprobado sobre
el verde de El Sadar, el partido parecía que iba a acabar con empate en el
marcador. Pero aún estaba todo por decidir en una jornada en la que como tónica
general los equipos han materializado más ocasiones en las segundas mitades.
Pues bien, prosiguiendo, justo
después de un disparo de Pucko que atajó fácilmente el portero, el Mirandés,
como respuesta inmediata, tuvo la que posiblemente fue su oportunidad más clara
en los 90 minutos, y que bien pudo valer el gol de la victoria. Fue
precisamente Álex García, quien aprovechando un despiste de la defensa navarra,
voleaba en el interior del área chica, dejando anonadados a los locales que
respiraban profundamente tras esa gran ocasión.
Pero, de lo que pudo ser el
0-1, al 1-0. Nunca mejor dicho. Álex Berenger, que salió desde la banqueta en
sustitución de Buñuel, marcaría el gol local minutos después tras rematar un
rechace de su compañero Roberto Torres al que había conseguido intervenir Raúl
Fernández. Un tiro seco y contundente dirigido a los cimientos del poste
derecho de la portería. Imparable para el cancerbero cuando se cumplía el
minuto 79.
En los últimos 10 minutos, el Mirandés, con la voluntad de sacar al menos un empate debido al escaso tiempo que quedaba, se adueñó de la pelota y atacó, aunque el nerviosismo les jugó una mala pasada en forma de imprecisiones. Aun así, finalmente el Osasuna se replegó bien y perdió algo de tiempo para que la fortuna del gol no llegara para los intereses del conjunto leonés cumplido el minuto 93.
Ciertamente, en síntesis, el
ganador de este encuentro podría haber sido cualquier de los dos equipos, pero
el empuje de la afición local determinó ese plus anímico que terminó
reflejándose en el marcador. Un partido en el que valió la famosa ley
futbolística conocido como que “el equipo que marque gol, ganará el partido”.
Para la siguiente jornada
frente a la UD Almería Miguel Flaño será baja por lesión en el Osasuna, y el
conjunto de Burgos se medirá al Lugo en Anduva.
FICHA TÉCNICA
Alineaciones:
Osasuna: Nauzet; Javier Flaño,
Unai García, David García, Miguel Flaño (Tano, min. 46), Buñuel (Álex Berenger,
min 73); Roberto Torres (José García, min. 88), Oier, Merino; Nino y Matej
Pucko.
Mirandés: Raúl Fernández;
Javier Cantero, Álex Ortiz, Gaffour; Rúper, Carlos M., Kijera, Fran Carnicer (Ion
Vélez, min. 69); Lago Junior (Néstor Salinas, min 82), Abdón Prats (Álex García,
min. 63) y Sangalli.
Goles:
1-0 min 79 Álex Berenger (OSA).
Árbitro:
Gorka Sagués Oscoz (Colegio Vasco).
Amonestaciones:
Amarilla para Miguel Flaño por parte del Osasuna y a Javi Cantero y Rúper por parte del Mirandés.
Incidencias:
13.403 espectadores en el Sadar.
Por Javier Sánchez.
Twitter (@Javisanchello).
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